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Como creo que ya dije en alguna otra entrada, la caballa es uno de los pescados azules que mas me gustan.
Por lo anterior casi se deduce que esta receta va sobre la caballa, una receta muy simple y en la que todo el trabajo es de la pescadera.
Necesitaremos:
1 caballa por comensal
cebolla
patatas
sal Maldón
aceite
Como digo mas arriba, le pedimo a la pescadera que nos abra el pescado, que nos lo limpie y que le saque la espina.
Cortamos las patatas y la cebolla en rodajas y hacemos unas patatas panadera. Una vez rematadas las ponemos en una fuente, que pueda ir al horno, a modo de cama y salamos. Reservamos.
Con el fin de no darle la vuelta en el horno, en una sartén o plancha ponemos la caballa con la piel contra el fuego, dejamos hacer hasta que se tueste.
Una vez en su punto, pasamos la caballa a la fuente encima de las patatas reservadas, regamos con aceite de oliva y llevamos al horno precalentado a 190º. En unos 10 o 15 minutos está para servir.
Como vereis en la fotografía, sacrifico ese bonito color dorado, con el fin de que no se seque y quede en su punto.
Emplatamos con unas patatas y salamos, sin mas aderezos. Mas rápido y limpio no puede ser y de un resultado espectacular.
Como creo que ya dije en alguna otra entrada, la caballa es uno de los pescados azules que mas me gustan.
Por lo anterior casi se deduce que esta receta va sobre la caballa, una receta muy simple y en la que todo el trabajo es de la pescadera.
Necesitaremos:
1 caballa por comensal
cebolla
patatas
sal Maldón
aceite
Como digo mas arriba, le pedimo a la pescadera que nos abra el pescado, que nos lo limpie y que le saque la espina.
Cortamos las patatas y la cebolla en rodajas y hacemos unas patatas panadera. Una vez rematadas las ponemos en una fuente, que pueda ir al horno, a modo de cama y salamos. Reservamos.
Con el fin de no darle la vuelta en el horno, en una sartén o plancha ponemos la caballa con la piel contra el fuego, dejamos hacer hasta que se tueste.
Una vez en su punto, pasamos la caballa a la fuente encima de las patatas reservadas, regamos con aceite de oliva y llevamos al horno precalentado a 190º. En unos 10 o 15 minutos está para servir.
Como vereis en la fotografía, sacrifico ese bonito color dorado, con el fin de que no se seque y quede en su punto.
Emplatamos con unas patatas y salamos, sin mas aderezos. Mas rápido y limpio no puede ser y de un resultado espectacular.