Esta receta me trae recuerdos de mi infancia, unas patatas rellenas que hacía mi abuela y que quitaban el sentido.
Mi abuela Estrella era una gran cocinera y la pena es que no hay nada escrito de lo que hacía, todo lo tenía en la cabeza.
La verdad es que no me salieron muy malas, pero nada que ver con el sabor que recuerdo. Hay quien dice que de los sabores no se tienen recuerdos; yo no estoy de acuerdo.
No voy a dar medidas, solamente ingredientes y lo demás va en función de los comensales.
Para este trío de rellenos necesitaremos:
Cebollas
Tomates
Carne picada
Bonito
Tomate frito
Puerro
Zanahorias
Ajos
Pimiento verde e rojo
Harina
Leche
Mostaza
Caldo de carne
Vino blanco
Sal y aceite
Lo primero que haremos será hacer el hueco en las patatas, cebollas y tomates, para eso usaremos una cuchara francesa.
Una vez rematada la tarea anterior, empezamos a preparar el relleno de las patatas y de las cebollas, para eso en una cazuela ponemos cebolla, un puerro y ajo, todo ello bien picado. Dejamos que se haga lentamente.
En otra cazuela echamos cebolla y ajo bien picados, y el tomate sacado del relleno. Dejamos hacer e incorporamos el bonito desmigado. Le damos unas vueltas y reservamos.
Untamos los tomates con aceite y los llenamos con su preparación. Ponemos, los tomates, en un recipiente adecuado al horno y hacemos a 170º hasta que veamos que está en su punto.
zanahoria. Cando estén las verduras en su punto, incorporamos un vaso de vino blanco. Dejamos evaporar el alcohol.
Ponemos en la cazuela las patatas y las cebollas y echamos el caldo de carne hasta el límite del hueco hecho para el relleno. Dejamos hacer a fuego lento.
Pasamos la salsa resultante por el chino y reducimos.
Presentamos una patata, un tomate y una cebolla en cada servicio.
No os vais a arrepentir del trabajo, por el estupendo resultado.