Ir a la receta en gallego
El pasado 1 de marzo, junto con otros compañeros, acudimos a visitar y comer el Fogar do Santiso.
Llegamos al lugar con un día nublado y lluvioso, con una pequeña bruma que hacía pensar, que en dos pasos, iban a salir a recibirnos las meigas y duendes del lugar. Pero no, no salieron, el que si estaba era el Druida del lugar, José, que ya tenía esa poción negra que se llama café, esperándonos según llegábamos.
En el título de esta entrada hablo de el Fogar do Santiso como algo mas que ir a comer, digo esto por mor de que ese plato que llega a nuestra mesa es el producto final de todo un proyecto de autogestión, de sostenibilidad, de agricultura ecológica, de carnes autóctonas, en definitiva de producto próximo.
Hablar de Fogar de Santiso es hablar de 8.500 hectáreas de tierra, de las que se autoabastece, es hablar de manzanos y perales de distintas especies buscando la que resulte mejor en la cocina, es hablar de pan, siempre hecho en el lugar, de centeno, de chocolate, de bagazo, etc, es hablar de cachena y vianesa, es hablar de pollo de Vilalba.
Pues con todo esto en la mochila, procedemos a comer, non sin antes pasar por la cocina y robar unas exquisitas croquetas de grelos, de ver los hornos donde las carnes se van haciendo sin prisa, de oler ese pan recién sacado del horno. Para los amantes de los números: mueven 40.000 quilos de patata ecológica al año.
José será el Druida del sitio, pero es un Druida del siglo XXI, y se nota en que no duda en aplicar todos los avances que nos da la tecnología, stocks dinámicos, control de los almacenes, carta, comandas, etc, desde el Iphone en todo momento.
Pues ya puestos en la mesa y con un ingrediente muy importante, que es la buena compañía, arrancamos con una Tosta de chicharrones con queso sobre pan de centeno, luego unas filloas rellenas de queso de Cortes de Muar y para finalizar este primer contacto una tempura mar y huerta. El arranque no fue nada malo.
Ya metidos en materia, José trajo unas hamburguesas de carne de cachena hechas al punto, sencillamente espectacular. Y cambiando de tipo de carne, probamos un pollo de Villalba que estaba estupendo.
Ya en los postres, unas filloas con miel de Galicia y unos helados de franbuesa y café con una gran intensidad de sabor.
Rematamos con espléndido café de pota.
Después de lo relatado, creo que si os coincide andar por cerca de Santiago, os va a merecer la pena acercaros hasta Teo y comer en el Fogar do Santiso.
Gracias a José y a mis compañeros de mesa por esta mas que agradable jornada.
Nota: Como me interesan vuestros comentarios y me gustaría responder directamente, os agradecería que los comentarios o consultas las hagáis por uno de estos dos caminos:
Por correo: olivarela@hotmail.es
Por Facebock: http://www.facebook.com/boproveito
El pasado 1 de marzo, junto con otros compañeros, acudimos a visitar y comer el Fogar do Santiso.
Llegamos al lugar con un día nublado y lluvioso, con una pequeña bruma que hacía pensar, que en dos pasos, iban a salir a recibirnos las meigas y duendes del lugar. Pero no, no salieron, el que si estaba era el Druida del lugar, José, que ya tenía esa poción negra que se llama café, esperándonos según llegábamos.
En el título de esta entrada hablo de el Fogar do Santiso como algo mas que ir a comer, digo esto por mor de que ese plato que llega a nuestra mesa es el producto final de todo un proyecto de autogestión, de sostenibilidad, de agricultura ecológica, de carnes autóctonas, en definitiva de producto próximo.
Hablar de Fogar de Santiso es hablar de 8.500 hectáreas de tierra, de las que se autoabastece, es hablar de manzanos y perales de distintas especies buscando la que resulte mejor en la cocina, es hablar de pan, siempre hecho en el lugar, de centeno, de chocolate, de bagazo, etc, es hablar de cachena y vianesa, es hablar de pollo de Vilalba.
Pues con todo esto en la mochila, procedemos a comer, non sin antes pasar por la cocina y robar unas exquisitas croquetas de grelos, de ver los hornos donde las carnes se van haciendo sin prisa, de oler ese pan recién sacado del horno. Para los amantes de los números: mueven 40.000 quilos de patata ecológica al año.
José será el Druida del sitio, pero es un Druida del siglo XXI, y se nota en que no duda en aplicar todos los avances que nos da la tecnología, stocks dinámicos, control de los almacenes, carta, comandas, etc, desde el Iphone en todo momento.
Pues ya puestos en la mesa y con un ingrediente muy importante, que es la buena compañía, arrancamos con una Tosta de chicharrones con queso sobre pan de centeno, luego unas filloas rellenas de queso de Cortes de Muar y para finalizar este primer contacto una tempura mar y huerta. El arranque no fue nada malo.
Ya metidos en materia, José trajo unas hamburguesas de carne de cachena hechas al punto, sencillamente espectacular. Y cambiando de tipo de carne, probamos un pollo de Villalba que estaba estupendo.
Ya en los postres, unas filloas con miel de Galicia y unos helados de franbuesa y café con una gran intensidad de sabor.
Rematamos con espléndido café de pota.
Después de lo relatado, creo que si os coincide andar por cerca de Santiago, os va a merecer la pena acercaros hasta Teo y comer en el Fogar do Santiso.
Gracias a José y a mis compañeros de mesa por esta mas que agradable jornada.
Nota: Como me interesan vuestros comentarios y me gustaría responder directamente, os agradecería que los comentarios o consultas las hagáis por uno de estos dos caminos:
Por correo: olivarela@hotmail.es
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